Si algo me saca de mis casillas es el uso incorrecto de la tecnología. Y parece que Meneame.net no solo la usaba mal, sino que además pretende controlarla y siempre limpiar su nombre. Pero la blogosfera ha dicho ¡basta!, es hora de cambiar. Y empezó la revolución Anti-Menéame.
Para los que no conozcáis este sitio, Menéame es un sitio web basado en la participación comunitaria en el que los usuarios registrados envían historias que los demás usuarios del sitio (registrados o no) pueden votar, promoviendo las más votadas a la página principal. Como el modelo anglosajón en que se inspira (digg), combina marcadores sociales, el blogging y la sindicación con un sistema de publicación sin editores. [Definición obtenida de Wikipedia].
Aparentemente se trata de un sistema realmente admirable, con la intención de llevar la cultura a una gran cantidad de personas. Sin embargo, recientes movimientos por parte de la administración de Meneame han levantado la polémica: están baneando (prohibiendo el acceso) a algunos de los usuarios que han criticado al servicio (y con razón). Tras ello, el equipo administrativo ha seguido una política dictatorial acabando con todo partidario Anti-Menéame, castigándoles con banneos.
Nuevamente este portal vuelve a mancharse las manos con la corrupción e ilegalidad. Su talante progresista a la par que dictatorial tiende a llevarles a una fuerte crisis.